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nº 65, agosto 2025

Ni decolonial ni identitario, por un “feminismo universal”

x Martine Storti[1]


VIEJO DEBATE … Decime cazadora

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Entrevista

Charlie Hebdo.- Al comienzo de este libro sentimos rabia contra dos trampas que aparecen hoy en los debates feministas...
Martine Storti.- Al menos una molestia, e incluso una sensación de asfixia por la competencia entre catecismos. Hoy en día, la lista de calificativos asociados al sustantivo feminismo es larga: “afro”, “decolonial”, “blanco”, “islámico”, “interseccional”, “universalista” e incluso “integral”... Siempre ha habido desacuerdos dentro del feminismo, y no deberíamos lamentarlo; los desacuerdos, el disenso, son la democracia.
Pero una cosa son los desacuerdos, otra es la creación de un “feminismo blanco” que siempre habría sido indiferente, por ejemplo, al colonialismo o al racismo... Esta acusación reescribe la historia, olvidando deliberadamente que las activistas feministas acompañaron a las mujeres argelinas en la lucha contra la colonización, como Monique Antoine, en particular, quien fue encarcelada en aquel momento por apoyar al FLN. O, también, olvidando los vínculos con la coordinación de mujeres negras, creada en particular por Awa Thiam, o las múltiples formas de solidaridad feminista internacional. Ahora bien, hablamos de interseccionalidad para designar diversas formas de opresión que se entrecruzan, se superponen, al menos en cuanto a “raza”, clase y género. Y es cierto. Pero ¿quién puede pensar que las activistas del MLF no eran conscientes de que una mujer negra, inmigrante y de clase trabajadora estaba más oprimida, y de una manera específica, que una mujer burguesa?
Ch.H.- Al mismo tiempo, tú también reaccionas contra quienes recuperan al feminismo como parte integral de la identidad francesa...
M.S.- Este es el otro punto que me llevó a escribir este libro. Rechazo tanto la acusación de “feminismo blanco” como la forma en que la igualdad de género y la emancipación de las mujeres se reducen a la identidad francesa. Este discurso se afianzó y desarrolló gradualmente con la creación, durante el quinquenio de Nicolas Sarkozy, del Ministerio de Inmigración, Integración e Identidad Nacional. De nuevo, se trata de una reescritura de la historia que ignora las constantes luchas que las mujeres han tenido que librar para conquistar sus derechos. Es un discurso que consiste en afirmar que Francia siempre ha defendido la igualdad de género. A una República esencializada por algunas y algunos como blanca, racista y responsable de toda opresión y discriminación, es inútil responder con un universalismo republicano si esta se reduce a la identidad nacional. Esto también implica una reescritura de la historia, una construcción ideológica. En realidad, la República ha acomodado perfectamente la desigualdad de mujeres/hombres desde sus inicios. Es más, en cuanto relajamos la vigilancia, la desigualdad y la violencia regresan. La República está evolucionando hacia un mayor feminismo gracias a las luchas de las mujeres.
Ch.H.- ¿Por qué sustituir la palabra “universalismo” por “universal”? ¿Qué diferencia hay? ¿Por qué no defenderla?
M.S.- El “feminismo universalista” ha sido, lamentablemente, instrumentalizado y nacionalizado por corrientes políticas e ideológicas que siempre se han opuesto a los derechos de las mujeres. El “universalismo” ha sido ideologizado, desviado de su significado inicial, presentado como un modelo fijo del que simplemente hay que apropiarse; llega como si se entregara “llave en mano”, completamente armado, situado en una posición sobreimpuesta, como si bastara con recorrer un camino ya trazado. Abogo por un feminismo en progreso, en un movimiento que incluya las diferencias y las supere, y que se reconfigura constantemente en las luchas. El “feminismo universal”, basta con abrir los ojos para verlo, está en las múltiples batallas que se libran a diario. En todas partes, a su manera, las mujeres luchan por la igualdad, por la emancipación, por controlar sus cuerpos, por no ser circuncidadas, violadas ni discriminadas...
Ch.H.- Entre los debates irreconciliables del feminismo actual se encuentra el del uso del velo. Una representante electa por LREM (La República en Marcha, de Macron, ed.) decidió recientemente abandonar una audición en la Asamblea Nacional para protestar por la presencia de la portavoz de la UNEF (Unión Nacional de Estudiantes de Francia, ed.), quien llevaba velo. ¿Qué opinas? ¿Fue esa la reacción correcta?
M.S.- Rechazar la presencia de una mujer con velo en la Asamblea Nacional en nombre del laicismo me parece incorrecto. Por un lado, porque la prohibición de llevar símbolos religiosos no aplica a quienes son entrevistados, y por otro, porque el laicismo, al igual que la República, se ha adaptado perfectamente al patriarcado durante décadas. Personalmente, creo que la lucha contra el uso del velo forma parte de la lucha por la emancipación de las mujeres. Aunque sea una elección libre, me cuesta mucho verlo como un signo de emancipación. El hecho de que la UNEF tenga una portavoz con velo me entristece. En este debate, paradójicamente, quienes atacan el neoliberalismo económico tienen una concepción muy neoliberal de la libertad, que se equipara a "hacer lo que uno quiera". Sin embargo, este es el grado más bajo de la libertad; no solo se compromete a sí misma; es una concepción que ignora a los demás. Por mi parte, mientras una sola mujer sea perseguida por no llevar velo, ello no me hará aprobar el velo, estoy del lado de aquellas que no tienen elección.

Ch.H.- Entre las demandas de algunos movimientos feministas se encuentran las reuniones “no mixtas racializadas”. Esto puede verse como un repliegue hacia la identidad, hacia la propia comunidad. Pero usted explica que no se opone. ¿Por qué?  
M.S.- Entiendo que las mujeres, por una u otra razón, quieran reunirse. Un movimiento de emancipación puede necesitar temporalmente un “entre sí” liberador. El MLF era un movimiento no mixto, sin hombres, ¡y fuimos duramente criticadas por ello! Sabíamos que con la presencia de hombres, tomar la palabra se volvería mucho más difícil. No debemos confundir este tipo de reuniones con un contenido ideológico. Por ejemplo, reunirse entre mujeres negras es una cosa; considerar al Estado francés por esencia racista es otra.

Ch.H.- Otro ejemplo de algunas demandas recientes, y simbólicas,  es  de las “afro-feministas”, quienes decidieron reescribir el himno de las mujeres, creado en la década de 1970 y que aún se canta hoy. Se oponen al término “nosotras, mujeres esclavas”. ¿Qué opinas?
M.S.- “Nosotras, mujeres esclavas” es una imagen. No creo que quienes escribieron esta letra equipararan la situación de las mujeres en Francia con la de las esclavas. Sin embargo, este himno no se limitaba a la situación de las mujeres francesas, sino que hablaba de todas las mujeres; se situaba inmediatamente en una perspectiva global y, a este nivel, algunas mujeres seguían siendo esclavas en el sentido estricto del término. Si las mujeres quieren cantar otras letras, que lo hagan, pero el texto, tal como está, se refiere a una época, un movimiento y una historia!

Ch.H
.- ¿Qué opinas de las críticas que a veces escuchamos sobre las jóvenes feministas por ser demasiado radicales?

M.S
.- Esto es lo que siempre se ha dicho de las feministas. Es una cantinela que las muchachas del MLF han escuchado año tras año, a quienes se las trataba de “histéricas”, “mal cogidas”, “provocadoras de una guerra de sexos”, etc. Resulta bastante curioso que el tan vilipendiado MLF se use como ejemplo para atacar a las “neofeministas”, un término que rechazo porque es globalizador, descalificador y, a menudo, una tapadera para el antifeminismo. Y aunque haya exageraciones, no me parece que invaliden las luchas que se libran. A veces, hay que exagerar para hacerse entender. El movimiento #MeToo es un buen ejemplo de acto universal. Atraviesa el mundo entero y todos los componentes de la sociedad. ║

 

Palabras clave:

Martine Storti
Charlie Hebdo
Feminismo universal

 


[1] Martine Storti, militante histórica del MLF (Movimiento de Liberación de las Mujeres, ed.), defiende en un libro publicado por Seuil una inteligente línea divisoria que se opone tanto a los desvíos indigenistas como a la reapropiación del feminismo por parte de los conservadores. Concede a Charlie la primera entrevista sobre su libro, Por un Feminismo Universal, octubre 2020. Publicado en la web el 5 de octubre de 2020. (Nota de Charlie Hebdo) Ver en: https://charliehebdo.fr/2020/10/societe/ni-decolonial-ni-identitaire-pour-un-feminisme-universel/ (agosto 2025) Entrevista realizada por Laure Daussy e ilustrada por Foolz. Traducción de librevista.

 

 

 

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